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¿Qué sucede cuando los profesores se convierten en pensadores creativos?

Enero 13, 2020  |  Por Molly McMahon

Es sorprendente que pueda enseñar durante este tiempo tan acelerado", dice Karen Heil, maestra de secundaria en el distrito de Bronx de la ciudad de Nueva York. “Como maestros, influimos en las mentes jóvenes que saldrán al mundo. Es una oportunidad para impartir sabiduría y esperanza, para que puedan hacer una diferencia en el mundo". Aunque Heil está abrumada por los eventos sociales y políticos actuales, se enfoca en ser un modelo a seguir para sus estudiantes.

"Para ser una gran maestra, debes ser empática y escuchar", dice ella. Por ejemplo, se dio cuenta de que sus estudiantes de secundaria se distraían en clases de ciencias. “Aquí es donde comienza el proceso de diseño. ¿Cómo sabes cómo solucionar un problema sin entender cuál es el problema?”
 
Para ayudar a comprender mejor por qué sus alumnos no estaban aprendiendo bien, Karen les preguntó cómo son sus días. Muchos comentaron que la escuela se sentía aburrida, atrapada en la rutina diaria: clase, tarea, repetición. Con esta información y una misión para traer más alegría al aula, Karen creó un nuevo enfoque de 'aprendizaje basado en proyectos' que combinaba el arte con las ciencias. "Quería que los estudiantes se entusiasmaran mientras aprendían sobre rocas y minerales", dijo ella.
 
Heil es miembro de “The Teachers Guild”, una iniciativa sin fines de lucro que utiliza principios de pensamiento de diseño para fortalecer las comunidades escolares. El gremio tiene más de 10,000 miembros docentes en los 50 estados. El pensamiento de diseño, que en este caso implica hacer preguntas, comprender las necesidades de los estudiantes y colaborar con ellos, ayuda a los maestros a comenzar a abordar y resolver algunos de los mayores problemas que enfrentan los estudiantes.
 
El pensamiento de diseño construye la "Eficacia colectiva de los maestros" (CTE), la creencia dentro de los maestros de que tienen el poder de generar el cambio. Si los educadores creen que pueden hacer una diferencia positiva, entonces probablemente lo harán. La investigación muestra que CTE es el factor número uno que impulsa los resultados positivos de los estudiantes.
 
Para Heil, el acto de hacer que el aprendizaje sea alegre para sus alumnos, y de infundirles confianza, fue un primer paso crucial. Decidió que una forma de hacer esto era lograr que sus alumnos crearan cómics ilustrados con un mineral en particular como héroe, y dotaran a cada uno de ellos de un superpoder basada en las propiedades únicas de la roca. Personajes como Zinc Possible y Miss Magnet aparecieron en toda la colección de cómics, que la clase tituló "Aventuras en Mineral City". En una parte de la historia por ejemplo, Diamond Doom saca a sus amigos de la cárcel rompiendo las barras de la celda, que es posible porque el está hecho de un material tan duro.
 
Los estudiantes de secundaria también se vistieron como el mineral que eligieron y crearon tarjetas comerciales con sus propiedades. Una niña llevaba una boa verde brillante para representar la esmeralda. "A los niños les encantaba autografiar sus cartas coleccionables y compartirlas entre ellos", dice Heil. Los cursos más jóvenes incluso visitaron la clase de Heil para aprender de sus alumnos, quienes explicaron los minerales a través de sus cómics, disfraces y tarjetas.
 
"No solo aprendieron sobre geología, sino que también aprendieron sobre sí mismos. Los vi desarrollar confianza".
 
¿Por qué no incentivar el pensamiento creativo? Demostrarle a nuestros niños y adolescentes que aprender puede ser increíble, no sólo para que sean adultos preparados profesionalmente en un futuro, sino para que se conviertan en personas seguras de sí mismas, listas para alcanzar sus metas en formas innovadoras.
 


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